Bonito día de primavera por esos carriles de Dios hasta que llegó el empujin, el CABRA BIKE y el sujetin por esas veredas, que ni veredas ni nada, por decirle de alguna manera a ese hilo que pasaba entre las piedras ramas y demás. Y que hoy hemos tenido que llevar más nosotros a las Rucinantas que ellas a nosotros, pero al final hemos salido sin mayores percances y como siempre ¡ Que esta no quite otra como esta!
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